8 may 2008




El Museo del Cine, al borde del colapso
La desfinanciación y la paralización de las obras a manos de la empresa Bricons. El material en malas condiciones y el descontento de la directora, cerca de la renuncia. La responsabilidad de Lombardi y una partida de 300 mil pesos jamás ejecutada.
Por Bruno Solari
El histórico Museo del Cine está en peligro. Es que, al igual que muchas áreas que maneja el Ministerio de Cultura, a cargo de delarruista y ex “sushi” Hernán Lombardi, las obras están aún pendientes y, como en otros casos, la situación se tornó crítica.

Ante esto, los trabajadores vienen denunciando el “deterioro irreversible del patrimonio”, que “no se garantizan las condiciones más elementales de seguridad” y que “las filtraciones e inundaciones en baños y escaleras son cotidianas”.

El problema es estructural: el edificio donde actualmente se encuentra, un galpón alquilado al Correo Nacional en 2005 (en Barracas), no tiene ningún tipo de refrigeración ni es un lugar apto para el patrimonio que alberga el museo.

Como si fuera poco, en ese entonces se dijo que la mudanza sería transitoria y que, en un máximo de dos años (en el cual se avanzaría con el Proyecto Polo Sur Cultural), se prometieron mejoras edilicias sustanciales.
Lo cierto es que desde su instalación original en el Centro Cultural San Martín en 1972, el museo tuvo que soportar cinco mudanzas hasta 1998, cuando se instaló en Defensa 1220 en San Telmo, a la vuelta del Museo de Arte Moderno, hubo cinco mudanzas.
Por su parte, el año pasado, cuando se votó el Presupuesto 2008, el legislador del ARI, Facundo Di Filippo, pidió una partida especial de 300 mil pesos para comprar equipamiento adecuado (aire acondicionado y máquinas de refrigeración) para que, provisoriamente, el material no se siga deteriorando. Sin embargo los fondos nunca llegaron.
El Museo y su valor artístico
Fundado en octubre de 1971, el Museo del Cine lleva el nombre de "Pablo Cristian Ducrós Hicken" en homenaje a quien poseyera la excepcional colección de maquinarias cinematográficas que le dio origen.
"14 cámaras, 15 proyectores, 1 enrolladora de films, 1 máquina copiadora, 1 pieza Dupuis 547 y un lote de fotografías" constituyeron la primigenia colección del Museo, donada al gobierno de Buenos Aires por iniciativa de Jacinta Raquel Sánchez Vincente, viuda de Ducrós Hicken.
La idea era que a sea un lugar para la preservación y difusión del acervo audiovisual argentino, a la asistencia a estudiantes e investigadores, a la provisión de material de archivo a cineastas para numerosas producciones.

“Se ocupa, además del rescate del material fílmico, de los objetos de rodaje, guiones, fotografías, bandas de sonido, publicidad, críticas y demás elementos relacionados con la producción cinematográfica”, como consta en la página oficial del museo. También se constituyó en un espacio para ciclos, y edita la revista “La mirada cautiva”.
Hoy en día hay, entre otros materiales:
- 3.322 films identificados al 19/03/01 con una longitud total de 7.027.406 metros de película
- 4.000 libros
- 200 títulos de publicaciones periódicas
- 100.000 recortes de diarios
- 1.300 Guiones originales
- 5.000 afiches
- 35.000 fotografías
- 25 bocetos
- 45 piezas de vestuario
- 275 aparatos pre cinematográficos y cinematográficos
- 1700 documentos de censura
- 1500 press-books
Michetti y el descontento de la directora del museo
La directora del museo, Paula Félix-Didier, es egresada de la carrera de historia de la Universidad de Buenos Aires y estudió preservación audiovisual en la Universidad de New York durante tres años.
Destacada intelectual en lo que refiere a comunicación audiovisual, Félix-Didier es amiga de la vicejefe de gobierno, Gabriela Michetti, quien la impulsó para el cargo.
A pesar de ello, en las últimas semanas, y ante el evidente deterioro, le habría expresado a Michetti su disconformidad: “Yo así no sigo. O se retoman las obras o tengo que renunciar. Además, el material se está deteriorando mucho y no voy a ser parte de este proceso de destrucción”. Es decir, si no se destraban las partidas correspondientes, que aún duermen en manos de Lombardi, Félix-Didier estaría dispuesta a renunciar.
El crédito y las obras
Supuestamente las obras para que finalmente el museo del Cine tenga un edificio acondicionado en el cual se pueda preservar el material se realizaría con un crédito del BID (al igual que gran parte de las obras de la entonces Secretaria de Cultura en épocas del ibarrismo). Sin embargo, como también ocurrió en otros casos, el préstamo se cayó.
A esto hay que sumarle los problemas que se suscitaron en la licitación que había ganado la empresa Bricons SA, vieja contratista del estado porteño. Luego, la destitución de Aníbal Ibarra dejó en suspenso las obras otra vez.
Mientras tanto, al compás de un intento, generalmente en vano, de los empleados por mantener las colecciones lo mejor posible, la cineteca y el centro de documentación siguen funcionando con atención al público, aunque se buscan lugares alternativos para los ciclos de cine.
Como sea, el actual edificio, una mezcla de un fábrica en desuso y un galpón, está destruyendo el patrimonio ya que, por ejemplo, el verano pasado, con temperaturas de más de 35 grados, no hubo ningún tipo de refrigeración para un material que debería estar a aproximadamente 15 grados.
Además, como se explicó, la partida de 300 mil pesos que tiene Lombardi en su ministerio y que podría haberse ejecutado en el verano, aún no aparece. Por este motivo, el mismo Di Filippo presentará en los próximos días un pedido de informes para que el área de Cultura se dé cuenta de la situación y se explique por qué están parados esos fondos.
* La Política Online.